Estos pueblos desaparecieron por la actividad del volcán Turrialba, cuya última erupción se dió en 1860 y cuyas secuelas se vieron reflejadas por la contaminación y las lluvias ácidas que eran contantes en esa región costarricense. Aún hay algunos pueblos cercanos en las faldas de dicho volcán que siguen habitados, claro con una población que en número no es muy significativa, pero que bregan por la posesión de sus tierras y de sus hogares.
Algunas pocas fotos de esos lugares se muestran a continuación para el deleite de los interesados.